miércoles, 11 de septiembre de 2013

Inicio, historia y desaparición de Arroyo Seco

Carecer de servicios básicos como agua y luz, no tener certeza jurídica sobre lo que uno llama propiedad, así como el constante riesgo a que el nivel de agua supere la estatura del más alto de la casa, no es algo que se escuche fácil, pero durante 17 años, esas fueron las condiciones de vida de más de cien personas que habitaron una colonia irregular que hoy ya no está: Arroyo Seco.

Durante casi dos décadas, personal de Protección Civil de Tlajomulco de Zúñiga acudía al menos una vez al año para medir el riesgo en la colonia asentada en una zona federal y que ninguna autoridad había podido retirar, los vecinos incluso ya conocían a casi todo el cuerpo de bomberos del municipio señaló Felipe López, titular de esta dependencia.
Por Víctor Hugo Ornelas


Desde 1996 cuando llegaron los primeros habitantes a esta zona, cada temporal de lluvias había problemas e inundaciones, pero la gente ahí se mantenía bajo el argumento de no tener a donde ir, por el contrario, entre los recién llegados y el crecimiento de las familias, la comunidad comenzó a crecer.

Fue hasta el 2011 cuando 14 de estas familias aceptaron la propuesta del Ayuntamiento para salirse de Arroyo Seco y adquirir vivienda en el fraccionamiento Las Chivas con apoyo del IPROVIPE, sin embargo el número aun era menor a la cantidad de personas que permanecían en el lugar.

Finalmente, el 28 de agosto de 2013 es la fecha en que las pretensiones del Ayuntamiento rindieron efecto, la totalidad de habitantes de este lugar aceptaron desalojar y ser reubicados a diversos fraccionamientos, una situación que según ellos mismos lo dicen, les cambió la vida.

Las camionetas del Gobierno Municipal se convirtieron en vehículos de fletes y mientras los habitantes subían en la parte trasera sus pertenencias, una retroexcavadora derrumbaba lo que muchos construyeron con sus propias manos, en ese momento muchos entendieron que la colonia Arroyo Seco ya era historia.

El camino a sus nuevos hogares fue largo debido a la incertidumbre y la gran cantidad de pensamientos que les rondaba por la cabeza, Lomas de San Agustín, Santa Fe, Colinas del Roble y Los Fresnos, eran nombres que habían escuchado o leído en alguna noticia, pero que desconocían físicamente y es donde vivirán de hoy en adelante.

Estas son las llaves de su casa”, les dijo un funcionario a una familia que lo miraba incrédula mientras contemplaba su vivienda de dos plantas en el fraccionamiento Los Fresnos, situación similar ocurrió en Chulavista con una mujer que dijo no poder creer la situación y no escondió la emoción que le representó ver su nueva casa, en donde no debe acarrear agua, simplemente abrir el grifo de la cocina, mientras que la luz no deberá robársela más, ahora con un simple interruptor tiene acceso a energía eléctrica.

Problemas no faltaron, uno de los nuevos inquilinos vivió momentos de incertidumbre cuando en el domicilio al que fue reubicado llegó el supuesto dueño de la vivienda, sin embargo para esta semana se mitigó cualquier posibilidad de que ocurriera una de estas situaciones.

Las condiciones de marginación en las que vivían también son cosa del pasado, ahora dependerá de cada uno de ellos mantener la vivienda que pagarán de acuerdo a sus posibilidades y dejar atrás la incertidumbre sobre su pertenencia y más importante aún, sobre su integridad y la de sus familias.

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