lunes, 2 de septiembre de 2013

No correrán más riesgos

Las advertencias lanzadas por el Gobierno de Tlajomulco a vecinos de Arroyo Seco, sobre el riesgo que corren al habitar en el asentamiento irregular en Arroyo Seco, que además se ubica en zona federal, requirió de medidas más drásticas y la mañana del miércoles 28 el Ayuntamiento inició con la demolición de viviendas.

En una primera intervención la destrucción se llevó a cabo en 21 viviendas, informó el Gobierno Municipal, cantidad que ya se encontraba desocupada, pues sus antiguos propietarios ahora habitan en el fraccionamiento Las Chivas, viviendas que adquirieron a través de programa federal ejecutado por la Inmobiliaria y Promotora de Vivienda de Interés Público (IPROVIPE)

Por Víctor Hugo Ornelas


El operativo para la demolición de viviendas corrió a cargo de un grupo de servidores públicos de dependencias como el DIF Municipal, Procesos Ciudadanos, Obras públicas, Protección Civil y Servicios Públicos, cada uno con una función específica, desde la socialización, prevención y atención, al derrumbe de las fincas.

Al ver la demolición de viviendas, 24 de las familias que aun habitaban el lugar terminaron por aceptar la reubicación propuesta por el Ayuntamiento, en tanto que otro grupo se refugiará con familiares, o en su defecto acudirán a uno de los dos albergues temporales con que cuenta el municipio, donde se les ofrece  además de un espacio para dormir y asearse,  alimentación y servicio de trabajo social y atención psicológica.

Esta reubicación se llevó a cabo de manera inmediata, incluso el propio Gobierno Municipal se encargó del traslado de pertenencias a las que serán sus nuevos domicilios, ubicados en los fraccionamientos Santa Fe, Chulavista, Los Fresnos y Colinas del Roble en viviendas recuperadas y pudo ser posible a través de un acuerdo con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), que les permitirá a los reubicados adquirir viviendas que hoy se encuentran abandonadas a un costo aproximado de la mitad del precio comercial regular de la finca y bajo esquemas de financiamiento que les permitan pagarlas poco a poco.

Estas acciones emprendidas por el Ayuntamiento se llevan a cabo como medida preventiva, pues el hecho de que las familias de Arroyo Seco se mantengan en la zona, representa un riesgo permanente durante el temporal, señaló el Alcalde Ismael Del Toro, un día antes de que se llevara a cabo el operativo.

Una larga historia
La novela protagonizada por los habitantes de Arroyo Seco tuvo inicio entre 2004 y 2005 con la llegada de los primeros moradores, posteriormente, para el año 2007, ya se habían establecido 84 viviendas en las que vivían cerca de 250 personas.

Desde entonces, la colonia se convirtió en una de las zonas de alerta durante el temporal de lluvias, pues el nivel de agua que corre por el cauce del río llegó a registrar hasta dos metros de altura.

Fue en 2009 cuando los vecinos recibieron los primeros apercibimientos, en 2010 tras darse a conocer algunas irregularidades en el fraccionamiento Las Chivas, creado por medio de un programa federal de apoyo a la vivienda, se les ofreció a los habitantes de Arroyo Seco la oportunidad de adquirir una vivienda en condiciones regulares, al menos dentro de la legalidad, pero pocos fueron los que aceptaron.

Sin embargo, a pesar de que varias personas abandonaron sus viviendas de la colonia en riesgo, fueron los familiares de las mismas quienes habitaron las casas que habían logrado ser desalojadas, por lo que los apercibimientos por parte de Protección Civil continuaron los años subsecuentes.

Finalmente fue para 2013 cuando una intervención de diversas dependencias logró lo que durante varios años intentó hacer el Ayuntamiento en esfuerzos individuales y ahora todo indica que Arroyo Seco será solamente el predio federal que siempre se debió ser, sin la presencia del ser humano, debido al riesgo que el lugar representa para hacerlo habitable.

Lo que viene después de Arroyo Seco
Aunado a la reubicación de las familias de Arroyo Seco, el Gobierno Municipal aun tiene pendiente el desalojo de aproximadamente cien personas que invadieron las faldas del cerro en Loma de Latillas frente al fraccionamiento Lomas del Sur y que desde hace tres meses ocupan ese predio con casas de madera, lámina y cartón.

La diferencia con esta naciente localidad, es que no tendrán opciones de financiamiento o se les buscará una reubicación, pues desde que se instalaron las primeras chozas, el Ayuntamiento les exhortó a marcharse, puesto que la zona se considera de riesgo por posibles hundimientos, además de que se encuentra a un nivel más bajo que la carretera y comunidades aledañas, lo cual los convierte en un punto vulnerable ante inundaciones.


Para el desalojo de la gente que llegó a Loma de Latillas aun no hay una fecha programada, mientras tanto, sus habitantes parecen saber el futuro que les espera y en los últimos días se han extendido e incrementado considerablemente la cantidad de cuartos de madera instalados, situación que podría complicar su eventual desaparición.

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